Tenia una caja de colores,
y no tenia el rojo
para pintar la sangre de los heridos,
y no tenia el blanco
para pintar la cara de los muertos
y no tenia el amarillo
para pintar las arenas del desierto
Tenia el naranja,
para pintar amaneceres y crepusculos
y tenia el celeste para pintar
las alas de los sueños
Me sente entonces y pinte la paz
(escrito por un niño de 10 años palestino o judio de la Franja de Gaza)
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