Tu nombre escrito en el papel
que registra que otro
Vladimir llego a este mundo.
Tu nombre colgado a tu cuello
como un estigma.
Lo prenden a tu espalda
con alfileres: Vladimir Roslik.
Medico ruso, comunista.
Ellos distribuyen certificados
de buena conducta y envían
invitaciones para el club de los libres.
Reducidos tras las cortinas
de la moral y la propiedad,
espían el ultimo otoño.
El viento indiferente despoja
de su disfraz de espanto
a los arboles que desnudos
quedan en la calle
aguardando la prima
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